“Niega fiebre”: una historia de respeto
Os recomiendo este artículo que podéis leer en este enlace.
https://amf-semfyc.com/es/web/articulo/niega-fiebre-una-historia-de-respeto
Me parece un artículo fundamental, a mí me ha hecho recapacitar y me ha cambiado la forma de escribir en la historia clínica. Es un texto muy didáctico que reflexiona sobre 10 frases que escribimos de forma cotidiana en la historia. Cuando lo leí me impactó, porque pensé “que mal lo hago muchas veces”.
Tenemos que escribir en la historia clínica la verdad, pero de forma bondadosa, porque la historia es compartida, la lee luego la enfermera, otro médico, una residente, un estudiante que está aprendiendo, otro especialista, y no puede llevarse de esa historia un aspecto negativo y desagradable del paciente.
Dice el artículo: Actitudes como dudar de lo que nos cuentan los pacientes, etiquetarles con diagnósticos estigmatizantes, mostrar nuestros prejuicios en la propia historia o generalizar conductas puntuales no benefician a nuestros pacientes ni son acciones justas.
Uno de los ejemplos es escribir “no acude”, “lo llamo tres veces y no contesta”, y esto es como juzgar a las personas. Los que lean la historia pensarán “qué cara más dura, pide cita y no viene”, pero hay muchas causas y motivos detrás para no acudir y, ¿a quién no se le ha olvidado alguna vez una cita?
Hace años me enfadé con un paciente al que cité para abrir la historia clínica y llegó tarde. El paciente dijo un perdón un poco ligero y yo le reproché que le había dado una hora y que había llegado tarde, total que al final se fue enfadado. Al siguiente encuentro nos disculpamos los dos, porque yo había sido una prepotente, y él no había llegado a tiempo. Bueno este señor no había llegado a tiempo porque tenía dos hijas con diversidad funcional y tenían que prepararlas y llevarlas al autobús. Aquello nos hizo a los dos recapacitar, pedirnos perdón sinceramente y desde entonces nos tenemos un gran respeto.
Desde que leí este artículo y gracias a él no pongo en la historia “no contesta”, siempre pongo “no consigo contactar”, o “no se consigue contactar”.
Sobre los diagnósticos estigmatizantes, recuerdo un chico que se atendió por una intoxicación etílica un fin de semana, y en la historia clínica se puso intoxicación etílica o borrachera. Años después la madre me dijo “por favor quítele eso, es un buen niño, no sale pero aquella vez salió y le sentó mal”. Y entonces te das cuenta de cuántos diagnósticos tenemos de hace 20 años o 30 años que no conducen a nada, sino a veces a ponernos incluso en contra del paciente.
A veces es Abucasis el que obliga a poner diagnósticos. Por ejemplo si quieres dar un diazepam te obliga a poner ansiedad. Ya veces ponemos unos diagnósticos que son mentira, porque el que de forma puntual necesites una benzodiacepina para una relajación muscular o por un nerviosismo no quiere decir que tengas un cuadro ansioso depresivo.
Otro ejemplo del artículo es escribir en la historia “niega fiebre”, “dice que ya no bebe”, porque hace pensar que no nos lo creemos, que lo dice él pero no lo creemos. Mi tendencia ha sido poner “no fiebre”, “no dolor”, porque se lo he preguntado y así me lo ha dicho. Alguna vez sí que he puesto “dice que ya no bebe”, y sin embargo yo le olía el aliento y entonces he puesto “él dice” como diciendo no me lo termino de creer.
Te recomiendo que leas el artículo con calma y cada vez que lo leas podrás sacar algún dato nuevo.
Blanca Rovira.
Médica de Familia. Centro de Salud Tres Forques
Grupo comunicación y salud
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